Las lagunas de Junín tuvieron un enamorado y un admirador célebre: Domingo Faustino Sarmiento. El Gran Sanjuanino quedó extasiado con el paisaje natural que se le presentaba ante sus ojos en estos lugares de la pampa cuando visitó la incipiente ciudad de Junín en 1884.
El 21 de septiembre de 1884 el ex presidente argentino y por entonces director general de escuelas de la provincia de Buenos Aires, aprovechando una estadía en estos lugares, visita el campo de Emilio José y José María Muñiz, hijos de Javier Muñiz, médico cirujano que incluso fue ministro de Salud de Sarmiento y muere de fiebre amarilla.
Existía una relación entre los hijos de Muñiz y Sarmiento porque gran parte de la actividad en esos tres días que permaneció en Junín la desarrolló en la Mar Chiquita.
La “expedición de Sarmiento”
En un diálogo que mantuve hace unos años atrás, el actual propietario de esas tierras que tanto fascinaron a Domingo Faustino Sarmiento, José Luis Mendizábal, fue detallando lo que significó para nuestra ciudad su llegada en base al relato del doctor René Pérez. La visita de Sarmiento obedece a la inauguración del primer tramo ramal del Ferrocarril Oeste (B.A.P.).
Entre quienes lo reciben está el juez de Paz de nuestra ciudad, Vázquez Díez.
Mendizábal comentó que algunas publicaciones de la época hablan de “la expedición de Sarmiento, porque en esa época no dejaba de ser una visita importante y novedosa, una por su edad y otra por razones de seguridad. Era presidente de la Nación Julio A. Roca y por esos años se había registrado un importante malón que había sido sofocado por Ataliva Roca con los “Lanceros de Junín”.
La delegación visitante se traslada al campo de Muñiz y la zona de Mar Chiquita, la cual es designada por los vecinos y las autoridades como Mar Sarmiento, pero ese nombre no prospera y algunos sospechan que eso se debió a enfrentamientos políticos.
Otro dato interesante en consignar es que en la Mar Chiquita –estancia que llegaba hasta casi Junín, concretamente a la zona de la “Difunta Correa” en la ruta provincial 65-, en ese momento, existía un lugar llamado “Puerto Muñiz” donde había seis sauces. El primitivo casco de la estancia de los Muñiz estaba en lo que actualmente es el campo “La Dulce”.
Antes, por Chacabuco y después, Chivilcoy
Por su parte, el historiador Marcelo Mels Siracusa, integrante de la Junta de Investigaciones Históricas de Junín, también hizo su aporte para este artículo al comentar que antes de llegar a nuestra ciudad, pasó por Chacabuco donde aplaudió un discurso de Almafuerte (Palacios), y si bien realizó el viaje inaugural para conocer esta zona, la fundación oficial se realizó mas tarde en 1885.
En cuanto a la fecha, Marcelo Mels Siracusa comentó que la llegada se produjo el 17 de septiembre, pero el 21 es el día de mas actividad porque labró el acta del proyecto famoso del gran balneario en Mar Chiquita, con recorrido turístico sobre las tres lagunas, estaciones termales, plantar árboles, instalar una lechería, llamarla Mar Sarmiento, etc.
Acotó también que Sarmiento partió en carruaje hacia Chivilcoy por caminos difíciles, por campos inundados para aportar ideas para este pueblo.
Sarmiento, deslumbrado
A su vez, Mendizábal, durante el diálogo, también mencionó otro detalle admirado por Sarmiento: la variedad de la fauna que existía en estos campos: cisnes, flamencos, patos, entre otros, y que todavía “no habían tenido el impacto de la persecución del arma de fuego y había que preservarlos” decía Sarmiento quien hasta había gestionado ser juez de Paz de Junín para garantizar esa protección, lo que tampoco prosperó.
El ex presidente argentino estaba tan “embalado” con su proyecto –como se diría en este siglo XXI- que pidió al entonces gobernador D´Amico iniciar una fuerte forestación en la región, solicitaba tres empleados, una casa de madera y él haría personalmente el seguimiento de esta plantación en el lugar que proyectaba como un destacado centro turístico.
También valoró la importante presencia de potasio y sodio en la Mar Chiquita, cuya existencia fue analizada y probada, y que revestían propiedades “curativas” (fama que se extendió en el tiempo porque décadas después, el doctor De Miguel dentro de los tratamientos que aconsejaba, recomendaba “baños curativos en la Mar Chiquita”).
La forestación también estaba incluida y para ello aspiraba a plantar especies como magnolias. Ese día de 1884 plantó un ejemplar en la entonces farmacia de Gandini y otra en la misma Mar Chiquita y aspiraba sumar a la laguna de Gómez como un centro turístico y balneario aprovechando también las cercanías con la ciudad de Buenos Aires.
Al tomar contacto con las autoridades municipales de aquel tiempo pensó en ordenar la pesca y poblar las lagunas del distrito con nuevas especies de peces.
El sueño sarmientista para la zona también incluía una mantequería, para lo cual ya había conseguido cien vacas lecheras a través de un amigo de apellido Garrido. Nada de esto prosperó, tal vez por un distanciamiento con los Muñiz, como se desprende de algunas cartas e incluso hasta por falta de apoyo político. Indudablemente que si esto hubiera sido distinto, hoy estaríamos hablando de una historia y tal vez un presente distinto.
Días de Sarmiento en Junín
En aquellos días de 1884 José Luis Mendizábal referenció que también Sarmiento visitó otro campo de la zona, “La Escondida”, próximo a Fortín Tiburcio y la estancia “Santa Ana”.
A Sarmiento lo homenajearon ampliamente en nuestra ciudad. Fue agasajado un banquete en el hotel “Valente” (luego “Buenos Aires” y más tarde “Nueve de Julio” en el inmueble donde actualmente se erige el bar Tribunales).
Un cocinero de aquel tiempo -de nombre Giaccomo- le hace una torta y sobre ella, la réplica de una máquina de ferrocarril que impacta a Sarmiento y lo recompensa con cincuenta pesos.
Participó de un reconocimiento con entrega de medallas a los alumnos más aplicados del distrito junto a las autoridades locales y por la noche se hace un baile en su honor, en el entonces edificio municipal que se erigía donde actualmente se encuentra la iglesia matriz San Ignacio de Loyola.
Marcela Larrañaga, la hija del primer inmigrante vasco que llega a Junín, fue invitada a bailar por el ex presidente argentino.
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La Mar Chiquita
Luego de los hermanos Muñiz, fue adquirido por Julio Costa y posteriormente fue su esposa la propietaria, Agustina Paz. El hijo de Costa se casa con la hija de Agustín Roca, estando hasta los años 1918-1920.
En 1927 se realiza un gran remate de esas tierras, que se extendía hasta cerca de Saforcada en un extremo y el otro hasta la zona de la “Difunta Correa” en la ruta 65, muy cerca del lugar donde se hizo la reciente edición de Expoagro.
La estancia original de los Muñiz, se divide en esos años, entre la Mar Chiquita –cuyo casco se hizo en 1905- propiedad de la familia Mendizábal y “la Dulce”, de la familia Cogorno.
ADHESION 115 AÑOS DE AGUSTINA
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